La palabra Sacramenia, Sagramenia o Sagrameña, deriva del latín sacra moenia "muros sagrados". Aquí debió existir un santuario paleocristiano o visigodo cuyas ruinas fueron conocidas por los repobladores medievales. Puede ser el motivo de que instalaran allí el monasterio cisterciense.
Su tierra es un páramo calcáreo en el que los ríos abren cauces muy amplios.
La mejor panorámica puede observarse si se llega a él por la carretera de Fuentidueña. Veremos el pueblo en la ladera de una pequeña montaña coronada por las ruinas de la ermita románica de San Miguel de la cual sólo queda el ábside en deplorable estado, las bodegas que nos hablan de un tiempo en que la cosecha de vino era importante, y el verde de las pobedas que surcan el río Sacramenia.